Si estás pensando en hacerte un tatuaje, seguro que ya te lo has preguntado: ¿duele? Es de las primeras dudas que nos llegan siempre. Y tiene sentido, porque el tema del dolor en tatuajes genera muchas ideas raras.
A veces por lo que cuentan los colegas, otras por vídeos que exageran y muchas veces por puro desconocimiento.
La verdad es que hay bastantes mitos sobre tatuajes que no ayudan mucho. Por eso, hoy vamos a hablar de esto con calma. Sin exagerar, sin dramas y sin venderte la moto. Solo lo que es.
¿Duele hacerse un tatuaje? La respuesta corta: sí, pero no como te imaginas
A ver, sí: tatuarse duele. No vamos a mentirte. Pero también te decimos que no es ese dolor insoportable que a veces te pintan. Es más bien una molestia constante, como un arañazo insistente o una quemazón suave.
Hay quien lo lleva genial y quien lo nota más, pero en general es un dolor bastante soportable.
Obviamente, no duele igual en todas partes. Hay zonas que son más sensibles porque tienen menos grasa o están más cerca del hueso. Esas se consideran las partes del cuerpo más dolorosas para tatuarse.
Por ejemplo, las costillas, los pies, las manos, el cuello o la cara interna del brazo pueden picar más. En cambio, zonas como el antebrazo, el muslo o el hombro suelen ser más llevaderas.
Lo importante es entender que el dolor es muy personal. Lo que para uno es un 10, para otro es un 5. Pero si de verdad te mola la idea de tatuarte, te aseguramos que se pasa. Y que la mayoría, cuando termina, dice: “pues no ha sido para tanto”.
Desmintiendo los mitos sobre tatuajes
Hay mucho dicho por ahí sobre el tema del dolor en tatuajes. Y aunque algo de verdad puede haber en algunas cosas, la mayoría son simplemente mitos que se han repetido tanto que parece que son ciertos. Vamos a romper unos cuantos para que tengas la info clara, sin dramas.
“Duele tanto que te puedes desmayar”
Este es de los clásicos. Pero no, no es habitual que alguien se desmaye tatuándose. Puede que tengas nervios (sobre todo si es tu primer tattoo), pero si vienes bien comido, descansado y tranquilo, lo más probable es que aguantes sin problema.
“Es como si te clavaran mil agujas a la vez”
Suena muy de peli de terror, pero la realidad es bastante menos intensa. El dolor en tatuajes se parece más a una sensación de quemazón o a un arañazo continuo. No es agradable, pero tampoco es una tortura.
“Cuanto más grande el tattoo, más dolor”
Esto depende. A veces un tatuaje pequeño en una zona sensible puede doler más que uno grande en una zona más llevadera. Aquí influye el tiempo que estés tatuándote, la zona y el estilo. Hay diseños que se hacen rápido y otros que requieren muchas pasadas.
“Las mujeres aguantan más el dolor”
Generalizar con esto no tiene mucho sentido. Hemos visto de todo: tíos que aguantan horas sin pestañear y chicas que necesitan pausa cada poco (y al revés también). No va de género, va de cómo lo lleva cada persona.
“Si aguantas depilarte, puedes con un tattoo”
Aunque suena a broma, mucha gente lo dice en serio. Y bueno, algo de comparación puede haber si hablamos de zonas suaves como el brazo o la pierna. Pero tatuarse es otra historia. Más que compararlo, lo mejor es venir sin expectativas locas y dejarte llevar.
Zonas que pican más… y zonas que se llevan mejor
No todos los tatuajes duelen igual. Y no, no estamos hablando del diseño, sino de las partes del cuerpo más dolorosas para tatuarse.
Hay zonas que, por cómo está distribuida la piel, los nervios y el hueso, se notan más. Y otras donde el pinchazo es bastante llevadero, incluso casi ni se siente.
¿Dónde duele más tatuarse?
Las zonas con menos grasa o músculo suelen ser las más intensas. Por ejemplo:
- Costillas
- Manos y pies
- Cuello
- Dedos
- Cara interna del brazo
- Rodillas y codos
En estas zonas, el dolor puede ser más punzante o agudo, y también puede variar si el tatuaje requiere muchas sombras o color sólido.
¿Y hay tatuajes sin dolor?
Bueno, 100% tatuajes sin dolor no existen (a menos que no te tatúen de verdad), pero sí hay zonas donde la experiencia es mucho más light:
- Antebrazo
- Parte externa del brazo
- Hombros
- Muslo
- Pantorrilla
En estas áreas, la mayoría de la gente dice que lo nota pero no le resulta incómodo. Si es tu primer tattoo, puede ser buena idea empezar por alguna de estas zonas para pillar confianza.
Cómo llevarlo mejor: consejos para no rayarte con el dolor
Si es tu primer tattoo, es normal que vengas con nervios o con ciertas ideas metidas en la cabeza. Pero más allá de los mitos sobre tatuajes, hay cosas prácticas que puedes hacer para que el dolor en tatuajes no se te haga bola.
1. Come bien antes de venir
Puede parecer una tontería, pero venir en ayunas o con el estómago vacío es un error. Comer algo decente antes ayuda a mantener la energía y a que el cuerpo no reaccione mal.
2. No vengas con resaca (ni de bajón)
Tatuarse con el cuerpo tocado no es buena idea. El alcohol o una mala noche pueden hacer que lo sientas más intenso de lo normal. Además, si vienes rayado o con la cabeza en mil cosas, tampoco ayuda.
3. La mente influye más de lo que crees
Cuanto más obsesionado estés con el dolor, más lo notarás. Es así. Si te relajas, respiras y te dejas llevar, todo fluye mejor. Poner música, hablar durante la sesión o simplemente cerrar los ojos puede marcar la diferencia.
4. Puedes pedir una pausa si lo necesitas
Aquí nadie va de héroe. Si necesitas parar un minuto, se para. No hay prisa. El tattoo lo vas a llevar toda la vida, así que vale la pena hacerlo bien y sin agobios.
5. Confía en quien te tatúa
Si te pones en manos de alguien con experiencia, todo es más fácil. En Oniria, tanto Andrea como Sergio tienen buen ojo y buen pulso, pero también saben cómo acompañarte durante el proceso. Eso se nota.
Al final, el dolor pasa… y el tattoo se queda
El dolor en tatuajes es algo real, sí. Pero también es temporal. Lo que queda es el diseño que elegiste, la historia que cuenta y la experiencia que te llevas. La mayoría de los que se tatúan por primera vez acaban diciendo lo mismo: “pensaba que iba a ser peor”.
Como con muchas cosas en la vida, hay muchos mitos sobre tatuajes, pero pocos se sostienen cuando lo vives de verdad. Así que si te mola la idea, si lo llevas pensando tiempo y solo te frena el tema del dolor… igual va siendo hora de hacerle menos caso al miedo y más al diseño.
Nosotros estamos aquí para acompañarte, resolver tus dudas y hacer que ese primer (o siguiente) tatuaje sea justo lo que estabas buscando.